El 21 de diciembre del ya pasado 2010 se rechazó en el congreso La Disposición Final Segunda (DF2) de la Ley de Economía Sostenible (LES).

La DF2 es también conocida como la Ley Sinde, en honor a la Excma. Ministra de Cultura Ángeles González-Sinde.

Gracias a los cables facilitados por la organización Wikileaks, sabemos que la Ley Sinde viene dictada desde los EEUU. Y desde allí aconsejaban que no se votara. Era una ley que tenía que aprobarse sí o sí y de manera inminente.

El Gobierno del PSOE así lo quiso, e incluyó esta “Disposición Final Segunda” que poco tiene que ver con el resto de reformas propuestas en la LES. En un principio no iba a ser votada, sino que se aprobaría por consenso al más puro estilo “decretazo”.

Gracias a la presión ejercida por distintos grupos ciudadanos y asociaciones en los días anteriores, PP, PNV, CiU y CC votaron en contra, lo que impidió que esta parte de la LES saliese adelante.

Aunque organizaciones y entidades como la SGAE, Promusicae, EGEDA… y en general organizaciones de la industria audiovisual que ven peligrar sus modelos de negocios llevan tiempo haciéndonos creer que el intercambio de obras “de su propiedad” es ilegal, y que las descargas ilegales existen, es desde el rechazo de la Ley Sinde cuando están manifestando su más profunda oposición intentando criminalizar a los usuarios que comparten esos archivos en Internet llamándolos **piratas **cuando desde siempre nuestros padres nos han dicho que hay que compartir.

“Artistas” como Alejandro Sanz se han unido a la protesta criticando al gobierno español por no aprobar esta ley y clasificándolos de cobardes. ¿Cómo puede un tipo con tanto dinero que vive y tributa en Miami criticar lo que se hace en España? ¡Ojalá nos afectase a nosotros la piratería tanto como a él!

¿Por qué lo llaman cultura cuando quieren decir entretenimiento?

El modelo de “Todos los derechos reservados” funcionó en los siglos anteriores, pero no es válido en el siglo XXI. Existen otros modelos de negocio para compensar a los autores pero parece que no los quieren ver y se tratan de ocultar.

Estamos aquí para dejaros claro que el intercambio de archivos sin ánimo de lucro es legal en España y que una canción descargada no equivale a una venta menos. Que los músicos ganan dinero de verdad haciendo conciertos y no vendiendo discos, ya que poco se llevan de un disco que cuesta 20€, y que Internet les beneficia porque pueden autopromocionarse a muy bajo coste y vender más discos a menor precio ganando más. No hay que olvidar que las grabaciones en forma de álbum aparecieron como artículo promocional para dar a conocer a los artistas y que la gente acudiese a sus conciertos.

Además, ya estamos pagando un canon compensatorio en la adquisición de aquellos medios donde se pueden almacenar archivos digitales. Una descarga no puede ser ilegal, a menos que su contenido sea ilegal (p.ej. pornografía infantil).

La Ley Sinde pretende la creación de la “Comisión de Propiedad Intelectual” compuesta sólo por personas elegidas a dedo con poder legal para ordenar el cierre de páginas web sin que la decisión parta de un juez, y según la misma ley no se podrán cambiar una vez creada la comisión.

La Ley Sinde es una ley censora y además es inútil pues no beneficiará a los artistas ni compensará las pérdidas derivadas de lo que ellos denominan piratería. Si es que esas pérdidas son realmente tan cuantiosas como dicen, ya que dan por hecho que un contenido descargado equivale a un contenido no adquirido. ¿No han pensado que probablemente aunque no lo hubiéses podido descargar no tendrías ninguna intención de comprarlo?

Si es aprobada será una ley que nazca muerta pues existen muchas más formas de compartir enlaces que no se pueden censurar.

El PSOE va a intentar esta vez colar la Ley Sinde  por el Senado el día 13 de enero y vamos a hacer todo lo posible por impedirlo. Expresamos nuestro rechazo a una ley así, en contra de la libertad de expresión y dictada por los EEUU. ¿Dónde quedó la soberanía española?

No a la censura. Sí a la libertad de expresion. No queremos que Internet sea otra televisión. Sinde dimisión.

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